Tras el arranque de la pretemporada, el equipo vivió una experiencia inolvidable en Camprodon. Durante un fin de semana, jugadores, entrenadores y familiares compartimos algo más que fútbol: compartimos vida.
La convivencia nos permitió fortalecer lazos, conocernos mejor y disfrutar del deporte en un entorno natural espectacular. El viaje no solo sirvió para entrenar y preparar la temporada, sino para vivir el fútbol desde su esencia: el compañerismo, la emoción y el aprendizaje colectivo.
Durante la estancia, disputamos encuentros amistosos contra equipos locales, en un ambiente de respeto y deportividad. Cada partido fue una oportunidad para crecer, para probar nuevas dinámicas y para disfrutar del juego sin la presión de la competición.
Pero lo que realmente hizo especial esta experiencia fue el entorno. Camprodon nos recibió con paisajes que inspiran y una comunidad cálida que nos hizo sentir como en casa. La belleza del lugar y la amabilidad de su gente convirtieron esta convivencia en un recuerdo imborrable para todos los que formamos parte del equipo.
Esta es solo una de las muchas historias que La Siguiente Jugada plasmo en un documental que disfrutaron las familias. Porque detrás de cada jugada, hay una vivencia. Y detrás de cada temporada, hay un legado que merece ser compartido.